Instituto de Fertilidad Clínicas Rincón pierde ante el Melilla Baloncesto el primer partido de la temporada
Tanto remar para acabar ahogándose en la orilla. Esa puede ser la moraleja de un partido en el que la sensación con la que se vuelven a la Costa del Sol los pupilos de Francis Tomé es de que pudieron hacer mucho más. Volver a una categoría como es la LEB ORO siempre es complicado, pero el equipo demostró que puede competir perfectamente con los más grandes del lugar si mantiene la regularidad necesaria que le faltó en la pista melillense del Javier Imbroda Ortiz.
El primer quinteto que saltó a la pista en esta nueva temporada 13/14 fue el formado por Rubén Gutiérrez, Alberto Díaz, Dejan Todorovic, Malick Fall y Ricardo Guillén. Francis Tomé sorprendió desde el inicio con su cinco inicial, buscando una mayor intensidad defensiva e intentando madurar poco a poco el partido e ir jugando sus opciones. Los primeros diez minutos fueron un tira y afloja por parte de ambos conjuntos, que no se atrevían a pisar el acelerador y preferían verlas venir poco a poco. Así, el primer cuarto terminó con igualada en el electrónico (14-14).
Nada más iniciarse el segundo periodo, el Melilla Baloncesto empezó a cimentar lo que a la postre iba a ser su primera victoria de la temporada. El Clínicas Rincón movía su banquillo como podía, pero cuando menos lo esperó el equipo local ya había puesto tierra de por medio en poco más de tres minutos (22-14) con una jugada de cuatro puntos del escolta americano Darien Brothers. Aún tuvieron tiempo los de Alejandro Alcoba de superar la barrera psicológica de los diez puntos, pero a base de garra y defensa los malagueños no dieron su brazo a torcer. Un triple de Iñaki Narros al filo del descanso abortaba la remontada del Clínicas, que se había puesto a tan sólo cinco puntos (38-30).
El paso por los vestuarios sentó mejor a Melilla. Los primeros minutos del tercer cuarto fueron un calco de lo que había sucedido en el anterior acto. Los locales, con otro nuevo arreón de buen juego, volvieron a superar los diez puntos de ventaja (43-33) en menos de tres minutos. Ahí parecía que el equipo vinculado a Unicaja estaba más muerto que vivo, pero apareció la figura de Tutti Sabonis y el enorme acierto exterior del que este equipo hace gala cuando le dan ventaja más allá de la línea de 6.75.
Dos triples prácticamente consecutivos del equipo de Francis Tomé le daban emoción al encuentro. El Clínicas Rincón se encargó de maniatar en defensa los peligros ofensivos del Decano, no dejando respirar al rival en la línea de pase y corriendo al contraataque cuando los rebotes defensivos lo permitían. De esta guisa, el 52-50 era el resultado para afrontar el periodo definitivo.
Como si de una película se tratara, los malagueños volvieron a caer en los errores de los primeros minutos de cada acto. Fragilidad defensiva, agobios en ataque e imprecisiones en los pases. La experiencia y veteranía son un grado y más en esta categoría. Deividas Busma, techo melillense, se hizo dueño y señor de la mayoría de los rebotes del equipo con esa envergadura que imponía ante los nuestros. Del 52-50 al 63-54 con cuatro minutos por jugarse, y de estar prácticamente vendida la victoria, un nuevo chispazo exterior apretaba las cosas a 66-64 con un parcial de 1-10. Con 90 segundos por jugar, las necesidades eran más urgentes en los visitantes que en los locales, que trataron de buscar la línea de tiros libres para ir migando poco a poco la moral de los nuestros en los últimos instantes. Así, dos tiros libres de Héctor Manzano terminaron de hundir las esperanzas del Clínicas Rincón, que tuvo la victoria más cerca de lo que pensó, y sobretodo, más cerca de lo que creyó (70-66).