El Cineclub del 27 proyecta ‘La madre’, un clásico del cine de propaganda soviético
El Cineclub del 27 proyectará el próximo miércoles 28 de marzo la película ‘La madre’, del director Vselodov Pudovkin (1924). Este título está considerado como un clásico del cine soviético de propaganda. Tendrá lugar en el salón de Actos del Centro Cultural Provincial a partir de las 20.30 horas.
Esta actividad se inscribe entre las proyecciones que organiza el Cineclub del 27 dentro de su ciclo ‘El cine joven que amó la joven poesía’, dedicado a difundir el cine vinculado a la Generación del 27, que inspiró a muchos de los autores de aquel grupo, ya que el cine entusiasmó a la mayoría de sus componentes: Ramón Gómez de la Serna, Guillermo de Torre, Federico García Lorca, Rafael Alberti, Luis Cernuda, Salvador Dalí y Luis Buñuel volcaron elementos cinematográficos en sus obras.
Se trata de una oportunidad de ver una obra maestra del cine de agitación política que no renuncia en ningún momento a su condición artística, en la que los adelantos técnicos y expresivos, aún experimentales, están al servicio de la narración y ésta a su vez al de la difusión mundial de un ideal político.
‘La madre’
Pudovkin es uno de los creadores de la gramática del cine cuando éste aún era mudo y universal. Basada en la novela de Máximo Gorki, de gran popularidad en su tiempo en todo el mundo, la acción se sitúa en el entorno de la Revolución de 1905 con la toma de conciencia de una mujer cuyo hijo es miembro de un grupo antizarista a pesar de la oposición de aquella.
Esta película es la primera entrega de la trilogía revolucionaria que realizó el cineasta ruso a lo largo de los años veinte, completada con ‘El fin de San Petersburgo’ y ‘Tempestad sobre Asia’. Pudovkin, considerado con Eisenstein el principal director soviético de su tiempo y un renovador del séptimo arte de primera línea, desarrolla en esta película sus revolucionarias ideas sobre el papel del montaje en el cine, de enorme influencia en producciones posteriores .
En este caso la película se encuentra a medio camino entre el auge de las vanguardias estéticas (constructivismo, futurismo) en los primeros tiempos de la Revolución y la imposición del realismo socialista que se da a final de la década de los veinte con la concentración de poderes en la figura de Stalin.
Muy apreciada en su tiempo por el público en general (en los lugares donde pudo proyectarse, pues fue prohibida en numerosos países por su efecto de ‘banderín de enganche’) recibiría el aplauso de escritores de aquel tiempo como Rafael Alberti, José Bergamín o Ramón J. Sender.
Dentro de la onda general de simpatía con la Unión Soviética que siguió a la victoria del Frente Popular, la cinta sería de las más vistas en la España del momento. Se inscribe también en el momento en que autores españoles intentan ser traducidos y publicados en la URSS, particularmente Alberti y Manuel Altolaguirre, como se ha reflejado en el libro ‘Entre dos públicos’ editado por el Centro Generación del 27 en el año 2005.